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lunes, noviembre 1

Enfrentando nuestros gigantes



 

Enfrentando nuestros gigantes

Ps. Silvio Mojica

Enfrentar gigantes es un desafío que no quisiéramos tener que vivir, porque la primera impresión que nos llega a la mente es lo grande que pueden ser delante de nosotros, lo poderoso  que aparenta ante nuestros ojos, sin embargo, todo esto puede ocurrir por el prejuicio que tenemos en nuestra mente y antes de poder enfrentarlos nos podemos considerar derrotados, este prejuicio nos condiciona para pensar que es imposible vencerlo con nuestra propias fuerzas, pero aun cuando podamos pensar de esta manera la palabra nos da herramientas para poder enfrentar todo tipo de amenaza que pueda tener la semejanza de un gigante.

El miedo aparece en nuestra mente y nos limita para poder enfrentar cualquier dificultad, o sea que la primera batalla que tiene el creyente es la forma como piensa y reacciona ante una amenaza, ya que la mente es el primer campo de batalla, ahí es donde primero atacan los demonios, y si le abrimos puertas aceptando sus ofertas terminaremos creyendo lo que nos puedan decir.

Vayamos a: 2 Corintios 10: 3-6

“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta”. –

·        La carne está presente siempre, pero no andamos en ella.

Aunque estemos conscientes de que somos carne, no debemos dejarnos arrastrar por el impulso de nuestro corazón para actuar, sino reaccionar conforme a la palabra.

 

 

·        Nuestras armas no son carnales.

Nuestras armas no son carnales, o sea saber que recibimos ataques espirituales por medio de los mensajeros de satanás, pero que Dios nos ha dado herramientas eficaces para vencer

·        Son poderosas en Dios para destrucción de fortalezas.

Por medio de la meditación en la palabra podemos cambiar nuestra manera de pensar y de actuar, ya que podemos arrastrar comportamientos influenciados por el demonio en nuestro pasado, sin embargo cuando tenemos el convencimiento de que Cristo nos ha hecho libres de toda esclavitud, con la palabra podemos destruir esa forma de pensar y mostrar un verdadero cambio en nuestra vida.

·        Derribando argumentos.

Derribar argumentos es vencer sobre los ataques que usa el enemigo por medio de la forma en que habla a nuestra mente, saber responder hará posible que los ataques del enemigo no tenga efecto sobre nosotros.

·        Toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios.

El orgullo fue la causa de la caída de satanás, por tanto debemos estar alerta, ya que el va a buscar la manera de engañarnos para que obremos igual que él en contra de nuestros hermanos.

·        Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

Para vencer al enemigo es necesario que nuestro pensamiento esté dirigido por la mente de Cristo, o sea que meditemos en la palabra y respondamos al enemigo como lo hizo Cristo.

·        Estando prontos para castigar toda desobediencia.

No permitir hacer causa común con las acciones que representen un acto de desobediencia a la palabra.

 

·        Nuestra obediencia debe ser perfecta.

Debe haber una disposición en nuestro corazón para ser obedientes de corazón para que no tengamos estorbos y no nos engañemos a nosotros mismos; si no somos obedientes por amor, no podremos resistir cuando el enemigo nos trate de engañar.

 

¿Qué territorio debe vigilar?   Génesis 3:4-5

4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

 

Nuestra mente

Eva no estuvo vigilante al momento de hablar con la serpiente, ya que se descuidó en cuanto a la orden de Dios y prestó atención al enemigo y cambió su manera de ver las cosas, por tanto, pasó por alto la advertencia de Dios sobre las consecuencias que iba a traer la desobediencia a la orden de Dios.

Su mente. Es un territorio, y ese es el primer lugar que el enemigo ataca.

Necesita estar constantemente alerta a qué tipo de pensamientos entran a su mente. Necesita saber si el pensamiento que está teniendo es demoníaco o es de Dios.

Si el enemigo puede controlar su mente podrá controlar su patrón de pensamiento. Cuando usted acepta esos pensamientos, los cree; lo que lleva después a las acciones. Sus acciones corresponden a lo que usted piensa.

Cuando usted está vigilando el territorio de su mente no le permitirá la entrada a ningún pensamiento que no provenga de Dios.

 

¿Cómo ataca su mente el enemigo? Génesis 3:6

6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

Eva prestó atención argumento de satanás y al mirar el árbol del conocimiento y vio en él cualidades que la fascinaron su mente y terminó obedeciendo la propuesta del enemigo.

Él puede atacarlo a través de su imaginación. Dios nos ha dado parte de su imaginación la cual es parte de Su creatividad. Pero Satanás también puede usar la imaginación demoníaca. Y esta, el diablo quiere que la convirtamos en miedo. El miedo es la imaginación satánica. Cuando usted siente miedo puede hacer dos cosas: recibirlo o rechazarlo.

Debe llevar toda imaginación demoníaca a la cautividad. Todo pensamiento debe estar sometido a la obediencia a Cristo.

 

El enemigo incita con propuestas que parecen válidas, pero son mentiras.  1 Crónicas 21:1

21 Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel.

Ninguna persona está exenta de ser arrastrado por las propuestas del enemigo, ya que David era un hombre conforme al corazón de Dios, sin embargo, hizo caso a la propuesta de satanás.  Esta decisión le trajo dolor.

Razonamiento y argumentos:

El enemigo quiere desarrollar y hacer crecer un argumento en usted.

Él tratará de convencerlo y de razonar con usted sobre algo que es mentira, algo que va contra la palabra de Dios.

 

1 Juan 3:8 Reina-Valera 1960

El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

 

Fortaleza

No se refiere a un grupo de demonios que operan dentro de una persona para tener control de esta persona, sin embargo, una fortaleza es una forma de pensar y reaccionar ante determinadas circunstancias, esta forma de reaccionar ha sido tejida en el tiempo de forma negativa por los mensajeros de satanás usando las diferentes experiencias vividas en el pasado y que el enemigo ha ido condicionando a la persona para que piense así y aunque esta persona sepa que está haciendo lo incorrecto, vuelve y lo practica, esas fortalezas deben ser destruidas derribando todo argumento que el enemigo ha implantado en la mente de un creyente es solo posible usando la armadura de Dios.


Efesios 6:10-16

10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.

 

 

·        Ceñidos los lomos con la verdad

·        Vestidos con la coraza de la justicia.

·        Calzados los pies con el evangelio de la paz.

·        Tomar el escudo de la fe.

 

David venció a Goliat porque usó la armadura de Dios.

1 Samuel 17:37

37 Y David añadió: El Señor, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, me librará de la mano de este filisteo. Y Saúl dijo a David: Ve, y que el Señor sea contigo.

David venció a Goliat porque se negó a usar la armadura del hombre y se vistió con la armadura de Dios, el ejército de Israel estaba bajo el dominio de una fortaleza mental del miedo impuesto por el paladín Goliat, por esta razón no se atrevía a enfrentarlo, sin embargo David estaba claro en cuanto a como enfrentar este gigante y vencerlo, cuando estamos decididos a caminar con Cristo no hay fortaleza de pensamiento que no pueda ser destruida, él pudo vencer porque no solo tenía conocimiento de Dios, sino que también entendía su propósito, cuando podemos entender el propósito para el cual hemos sido llamados podemos derribar todo argumento que se levante en contra del conocimiento de Dios.

Jeremías 9:24 Reina-Valera 1960

Más alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová.

 

Hebreos 2:14 -15

“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre”.

Cristo se hizo carne para sufrir en nuestro lugar y soportar la carga de la condena que pesaba sobre cada uno de nosotros, era Dios pero decidió participar como hombre y así poder destruir todas las obras del enemigo, por tanto, si somos libres en cristo podemos no solo resistir, sino también vencer, porque la muerte y resurrección de Cristo nos da la garantía de que hemos nacido de nuevo, por tanto podemos permanecer en su palabra.


Juan 8:31-32

31 Entonces Jesús decía a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, verdaderamente sois mis discípulos; 32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

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